![Nieve](https://cincocentros.wordpress.com/wp-content/uploads/2015/02/maxresdefault-2.jpg?w=474&h=267)
Por Gilberto Blanco
Nieve en su piel
Otra vez para Abbi
Señorita con nieve en su piel
Y en sus ojos dos gotas de miel:
A veces los recuerdos
Nos llegan con tormentos
Con lágrimas y nostalgia
De una vida ya pasada,
Olvidada o abandonada
Por el aplastante paso del tiempo
Juez supremo de nuestra mente y cuerpo.
Sin embargo la vida,
Esa extraña melodía
Que nos deja ver un nuevo día,
También nos da la oportunidad
En aquellos días de añoranza
De volver a soñar, recordar y disfrutar
De aquellas sonrisas, amistades y andanzas
Que nos llenaron de cientos de esperanzas.
Nos da la oportunidad de revivir
A personas que en el camino se adelantaron,
O de volver a reír
Con los amigos que se separaron
De nuestro camino del destino.
¿Acaso no es hermoso
Repetir aquél primer beso,
Primer caricia, o el primer verso?
En verdad le digo
Señorita de labios sabor frambuesa,
Dentro de todo el dolor de extrañar
Si cierra los ojos podrá encontrar
Una rara y misteriosa belleza
Aquél placer de la travesura infantil,
O quizá un amor juvenil,
Las amigas hoy desconocidas
Que sin embargo le llenaron
De alcohol y risas unos días.
Y si acaso el dolor de las heridas,
Que el tiempo cura pero no sutura
Le duelen más que esa aventura
A la que llamamos torpemente vida,
Recuerde usted,
Señorita de piel sabor durazno,
Que si fue feliz en su momento
Debería serlo ahora al recordar ese sentimiento.
Mas si el recuerdo es algo poco grato,
Y a su memoria no le causa agrado,
Sepa usted que no hay mejor alegría,
Que la que viene después de la melancolía,
Porque sólo así se es plenamente consciente
De que ser feliz sólo es para el valiente
Que supera con esmero
Ese veneno del recuerdo.
Y yo sé que usted,
Señorita, cuya lengua reptante
Agita mi corazón palpitante,
Es no sólo valiente,
Es usted una guerrera, que saldrá triunfante.
Y si acaso este poema
Esta rima
Esta estrofa
No la llena, no la anima,
Señorita con belleza de valquiria,
Le ofrezco a usted, mi simple compañía,
Acompañada de un tierno beso,
Que le mando junto a este verso,
Para calmar su agonía,
Con mi amor y mi mano amiga.
Porque sepa usted,
Señorita ojos color de miel,
Y de blanca, suave y deliciosa piel,
Que un día lo prometí y sigo fiel,
Con mi amistad y compañía,
Más ahora le brindo mi corazón sincero
Y un amor verdadero
Jamás perecedero.