Archivo de la etiqueta: Hamlet

El molino de Hamlet, de Giorgio de Santillana y Hertha von Dechend

El Molino de Hamlet - Portada
El Molino de Hamlet – Portada

Existen pocos libros capaces de sacudir nuestra existencia y nuestra visión del mundo hasta sus niveles más hondos, pues sus implicaciones son tales que, de ser aceptadas, transformarían nuestra concepción sobre el papel del hombre en la Tierra o, en el caso de El molino de Hamlet, sobre las historias que desde hace milenios se han contado los hombres para narrar e intentar comprender su paso por ella. La tesis de los autores es tan sencilla como inquietante: todas las tradiciones orales mitológicas, que con el tiempo serían recogidas y fijadas por la escritura para dar paso a las imponentes obras fundacionales que leemos hasta nuestros días, proceden de una rigurosa observación astronómica realizada por las culturas más diversas de la Tierra. Los hombres arcaicos, anteriores a la escritura y al pensamiento que actualmente conocemos como lógico, narraron los movimientos y las historias de los astros y del recorrido de nuestro planeta, fijando con ello el corpus esencial de historias que seguimos reciclando y recontando de maneras infinitas hasta nuestros días.

De ese modo, encontramos arquetipos recurrentes que aparecen una y otra vez en culturas tan alejadas en el tiempo y el espacio que sería del todo inverosímil conjeturar que hubieran sido transmitidos de unas a otras. Figuras como Hamlet, Sansón, el diluvio universal, las constelaciones con formas animales que configuran el zodíaco y, de manera crucial, la figura del molino que pone en marcha el tiempo, «eternidad en movimiento», son tan sólo algunos de los elementos comunes a una gran multiplicidad de narrativas mitológicas, unidas por ese anhelo tan humano que ni toda la ciencia ni la tecnología contemporáneas han logrado satisfacer: encontrar algunos elementos que sirvan de guía para comprender el fascinante enigma que constituye la existencia del cosmos como un todo, así como el misterio que sugiere esa ínfima fracción del todo que es el ser humano, y sus andanzas en el planeta Tierra.

Ian McKellen: Sobre Christopher Lee

Christopher Lee - Imagen Pública
Christopher Lee – Imagen Pública

Por Ian McKellen

(traducción de E. J. Valdés)

A unos días de la muerte de Christopher Lee, su colega Ian McKellen publicó en su página de Facebook una breve anécdota relatando cómo fue que se conocieron y convivieron durante el rodaje de la trilogía de El Señor de los Anillos. Me he tomado la libertad de traducir el texto para los lectores de Cinco Centros.

Christopher Lee, CBE, CStJ (1922-2015)

Cuando llegué a Nueva Zelanda para comenzar a grabar como Gandalf, durante la primera semana del siglo XXI, Peter Jackson ofreció una cena para parte del elenco. Estaba felizmente sentado junto a Christopher Lee, a quien había admirado durante mi vida actoral. Fue reclutado como el hechicero blanco Saruman. Lo primero que me dijo fue: “siempre he pensado que yo debería interpretar a Gandalf; leo El Señor de los Anillos cada año —en ocasiones hasta dos veces—“.

Después me dedicó unas líneas en la lengua obscura de Mordor y me sentí inadecuado. No era su intención: tenía 78 años y estaba bien versado en el arte de la rectitud caballeresca. El epítome de “alto, obscuro y apuesto” cargaba demonios internos por sus actuaciones como Drácula, el monstruo de Frankenstein y, en una ocasión, Sherlock Holmes.

Eso fue lo que le hizo tan efectivo como Saruman. Con su larga barba y ropas blancas tenía el aire de un Papa severo aunque benigno, ocultando su ambición de gobernar la Tierra Media con crueldad y malevolencia.

Christopher Lee - Imagen Pública
Christopher Lee – Imagen Pública

Durante nuestros encuentros en el set era fácil persuadirlo hacia la reminiscencia. Después de todo, había más de doscientos filmes en su trayectoria y un par de álbumes donde cantaba. Su más temprana intención había sido convertirse en bajo de ópera. De manera conmovedora, estaba un poco nervioso al comienzo. “¡Peter me hizo repetir mi primer diálogo diez veces!”. Le dije que no se preocupara, pues el día anterior yo había tenido que grabar una escena veintisiete veces. Sus ojos obscuros se abrieron y destellaron, pero no se volvió a quejar.

Peter estaba fascinado de tener a su héroe de Hammer Horror como el villano y le escribió una espectacular muerte en reconocimiento a su pasado vampírico: una caída directo sobre una estaca que perforaba su maligno corazón. A Chris no le gustó mucho, y me parece que este episodio sólo puede verse en la versión extendida del director.

Es una curiosa lástima que no trabajara en el teatro o dirigiera una película como su ídolo, Laurence Olivier, quien tuvo a Chris como un lancero en su adaptación de Hamlet. Pero él estaba simplemente orgulloso de su extensa carrera en el cine y, como todos nosotros, debe haberse sentido complacido de convivir un poco con Sir Larry cuando le nombraron caballero.

El señor de los anillos - Imagen Pública
El señor de los anillos – Imagen Pública

La última vez que Saruman y Gandalf grabaron juntos fue alrededor de una mesa en Rivendell, pero mientras que Galadriel, Elrond y yo estábamos en el estudio de Wellington, las líneas de Sir Christopher fueron filmadas en Londres unos meses después. Apenas puedes darte cuenta. En las películas, nada es lo que parece.

Sin embargo, cuando se unió al elenco de Star Wars  dijo haber realizado todas sus escenas sin necesidad de un doble. No fue así durante su pelea con Gandalf, la cual desafió la gravedad. Sospecho que solamente buscaba declarar que a pesar de la edad estaba en condiciones de cumplir con el papel. No tenía que preocuparse por ello: su talento para la actuación jamás decayó.

 Ian McKellen, junio de 2015